LOS INVASORES

Nadie es consciente aún pero ya están aquí, entre nosotros, en las calles, en las aulas, en los bares, en los centros educativos. Y son legión. Debemos prepararnos para lo peor pero antes hay que aprender a distinguirlos. 1. Son distintos a nosotros físicamente.- Tienen el pulgar derecho más desarrollado y hábil para utilizar algo que simula ser un móvil con una destreza y rapidez increíbles. Las piernas también son más cortas en proporción al cuerpo por lo que utilizan unos extraños pantalones que parecen estar caídos. 2. Van uniformados.- Gorra de béisbol, sudadera o camiseta varias tallas por encima, los pantalones antes citados y unos extraños zapatos deportivos de abultada lengüeta donde posiblemente escondan algún tipo de arma. En las cejas y labios portan anillos y esferas metálicas que deben de servir para distinguir la graduación de cada uno de ellos. 3. Conocen nuestro idioma aunque no todo el vocabulario, utilizando a veces fonemas ininteligibles para los humanos. 4. Sus vehículos, similares a los automóviles terrestres, deben estar preparados para el despeque dada la cantidad de aditamentos aerodinámicos que portan. No deben sentir frío ni calor porque llevan siempre la ventanilla abierta, posiblemente para facilitar las emisiones sonoras de alto contenido en tonos bajos, que deben ser mensajes subliminales que nos enervan o nos atontan a los terrícolas. 5. Se han asentado en nuestras familias y centros educativos, quizá previo lavado de cerebro a sus víctimas, y no conociéndoseles oficio ni beneficio, se perpetúan en la estancia causando serios perjuicios a las domésticas economías. 6. Si te enfocan con la cámara de lo que aparenta ser un móvil, date por agredido y posteriormente promocionado a través de internet. En ocasiones, sorprendentemente, las televisiones han participado en la propaganda de sus acciones. 7. No reconocen autoridad ninguna en ningún contexto, ya sea educativo, familiar o social. 8. No se sabe cuales son sus últimas intenciones y los gobiernos, ya alertados, mantienen cierto inquietante secretismo. Están aquí y aún no es tarde para organizar la resistencia. Atención: No confundir con jóvenes de similar indumentaria pero con inquietudes culturales y compromiso social.

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