ALARIDOS EN CAHORS Y PENSIONES EN RODIEZMO

Ví las imágenes en televisión y quedé impresionado. Mientras la policía francesa, seguramente auxiliada por los represivos cuerpos inquisitoriales del Estado Español, registraba el "cuartelillo" de los "luchadores" que preparaban nuevas románticas acciones, encaminadas todas ellas a conseguir la paz, uno de ellos gritaba consignas en el lenguaje patriótico reafirmándose, aún cautivo y desarmado, en su voluntad de seguir en la noble lucha que sus altas convicciones le habían encomendado. El cabreo debía de ser morrocotudo pues que a uno le desmonten el negocio debe joder. Un negocio o factoría destinado a poner cadáveres sobre la mesa para forzar un nuevo proceso democrático tendente a crear el escenario necesario y apropiado en el que sentar las bases para negociar un hermoso futuro de amor y paz. Mientras, en Rodiezmo, "Shoesmaker" arengaba a sus fieles insistiendo en la firmeza democrática frente al terrorismo, a parte de subir pensiones al por mayor, pues no hay mejor escenario que Rodiezmo para subir pensiones y marzo está a la vuelta de la esquina. Resultaba desgarrador oir los alaridos de alimaña herida que profería el heróico prisionero. Alaridos que sus hermanos en armas no han tardado en escuchar y, como testimonio de que están ahí, han puesto un festivo petardo en tierras riojanas y han realizado alguna que otra broma telefónica y otras travesusas de esas a las que nos tienen tan acostumbrados. Que monos ellos.