EN LOS CHIQUEROS. A-BONO DE TEMPORADA

Por aquí, por las Asturias, cuando alguien se sale de madre en eso del parle o la "fala", se dice que "saca la lengua a pasear". Eso le pasó ayer a Erkoreka tras el cameo con Pepiño. Debió salir entusiasmado de tanta ternura, media hora más de "bis a bis" con Pepiño que el catalán Durán que duró menos, que habló del futuro presidente del Congreso en términos taurinos poco afortunados. "Cabestro", así, sin cortarse un pelo, ahí va la hostia:
«Es bueno que los cabestros estén bien acotados. A los animales mansos se les puede dejar pastar con libertad, pero los cabestros, o están bien acotados y cerrados en su redil, o pueden hacer mucho daño, sobre todo a su dueño».
En primer lugar, para hacer gracietas, metáforas o parábolas ingeniosas, lo que hay es que conocer el significado real de las figuras retóricas utilizadas.
Lo que denota el diputado, que no se sabe si es consultista o no pues cuando están en Madrid se vuelven castizos, es una ignorancia supina del mundo del toro bravo en particular, y del ganado en general.
Un cabestro es un buey, un toro capado, castrado, sin bravura alguna, ni en la testuz ni en la zona amputada, y por eso son utilizados por los ganaderos y los mayorales de las plazas para conducir a los bravos, a los que sí hacen pupita.
No sé si la intención de Erkoreka era insinuar que Bono, desde su nueva tribuna, estaba capado e inutilizado para la embestida, o bien, utilizando el término erróneo, que era mejor que, dada su bravura, sobre todo en el manejo de guías telefónicas, estuviera en el chiquero, encajonado, sin posibilidad de "derrotar" más que contra las tablas, y no empitonar a ningún diestro nacionalista que, a este tipo de lidiador, no le va muy bien el pase de pecho ni la chicuelina pues prefieren ir de subalternos, recogiendo los trofeos que buenamente afanaren, bien de picadores con la puya siempre lista para el lomo del toro ibérico, bien de muleros para arrastrar los cadáveres, una vez otros han hecho la faena.
Bono, con su populismo folclórico de procesión y taberna, no se queda corto en eso de "sacar la lengua a pasear", por supuesto, pero lo que dice suele coincidir con lo que piensan muchos españoles de a pié, y muchos políticos aunque, en aras de la corrección, no se atrevan a decirlo.
Habrá que ver temblar los escaños nacionalistas cuando el presidente de la Cámara susurre a un ujier: "Hajme el favor majo, a ver si puedej traerme una guía telefónica, que ej que tengo que consultar unoj numeritoj".
Qué temporada de plenos nos espera, me abono al Canal Parlamento.
Ni Digital Plus, ni la Feria de Abril, ni San Isidro, ni José Tomás...
 

1 comentario :

Un Oyente de Federico dijo...

Para hacer gracietas es importante tener gracia, aunque no se sepa el significado.
Desde que vi a Chiquito de la Calzada, jamás volví a decir Guardía Civil, siempre digo “la Meretérica” (a excepción, claro está, de que me refiera a tragedias).

Me caía (me cae) muy bien Manuel Marín, con políticos así yo viviría tranquilo. Y me gusta Bono, me cae bien ese populismo –como Ud muy bien dice– folclórico de procesión y taberna.
Bono tiene retranca castellana. Ya ha contestado al vasco.
Ha dicho que, sobre ese asunto, no va a decir ni “muu”
Me encanta.