ES NUESTRO ANIVERSARIO

El cinco de Julio, también sábado, hace más de una decena de años, casi una docena, de la ceremonia. La primera tuya, la segunda mía, civil también, como no podría ser de otra forma.
Se firmó el contrato y fueron pasando los años y los acontecimientos, los buenos y los no tanto. Encuentros, desencuentros, pasiones, errores, aciertos, elogios y reproches, ternuras y puyazos, a beso y grito, a llanto y risa, hechos y sucedidos con y sin causa, y azares, muchos azares.
Rasgo mis vestiduras por mis pecados viejos y nuevos, mis arrebatos y mis desidias, mi caminar por nimbos y mis caídas estrepitosas.
Ahí seguimos, con el pequeño fruto de nuestras fiebres, dándonos calor de piel propia, tejida a dos entre sábanas, nuestra redención de cinco años y algunos meses, un hada pizpireta e inquieta, emulando gestos y frases, con corrección o sin ella, colmándonos de asombros, por el carácter heredado a dos bandas, ambas millonarias de estallidos.
Es la casa sobre cimientos tambaleantes, cual si fueran de caucho, mas resistente, creo, a los seísmos naturales o provocados.
Seguirán saltando arcos voltáicos entre dedos, en las paradas del viaje, pues la corriente es mucha, mucha la carga, estática y estética, la que provoca el rozamiento.
Ahí está el calendario, de dudosa autoridad sobre las vidas y los sucesos, mirándonos de nuevo, mostrando el cinco sobre el joven Julio, sea o no el verano leve.
Pasado mañana, no lo sé, seguramente, mas hoy sí, hoy te quiero.

3 comentarios :

Anónimo dijo...

Que te puedo decir...tu describes de tal forma, que dices casi todo.
Me uno a tus sentimientos y pensamientos, no en vano dormimos en el mismo colchón. Gracias por tus palabras y recordarte algo que se te olvida....hoy mucho,mañana yo mas.

Un Oyente de Federico dijo...

La vida, la buena vida, es eso.

Que les dure mucho. Siempre.

AF dijo...

¡Vaya, parece que se explica unos mejor, leyendo a los padres, por qué su hija tiene esos prontos de dignidad...!

Un saludo.