NOSFERATU, OTRA VEZ

No sé por qué, pero me da a mí en la nariz que alguien muy conocido, alguien del que se habla en todos los periódicos, tertulias radiofónicas y televisivas, mítines y actos políticos, etc., que acaba de salir de la cárcel, alguien que no voy a nombrar para que no se me corte la digestión, seguirá todo el verano siendo titular preferente.
Y lo será porque, me da a mí, y puede que sea un espejismo veraniego, que volverá a ser entrullado.
Y es que, al menos un juez, ha abierto diligencias por su carta y por el homenaje del casco viejo de San Sebastián. Un homenaje en el que la autoridad la ejercían sus adláteres proetarrillas dando o quitando paso a quien por allí se arrimaba, cual milicia popular. ¿Donde estaba el estado de derecho de tanta grandeza que llena la boca de gobernantes y jueces?, ¿y Balza y Rubalcaba, donde estaban?.
El caso es que me veo venir nuevo ayuno voluntario y el retorno del fantasma de Nosferatu a las portadas del GARA, EL MUNDO, EL PAÍS, PÚBLICO, ABC, LA RAZÓN, LA NUEVA ESPAÑA, EL COMERCIO, EL HERALDO DE ARAGÓN, A SUELDO DE MOSCÚ, A ESTE LADO DEL RUBICÓN, y reflexiones de todo tipo y sentido sobre este hijo de la gran puta y su mezquindad y sus derechos inalienables y los derechos de las víctimas y la política humanitaria y sus polvos bajo la ducha y la puta que parió a "Panete", que no sé quien fue Panete pero debió de ser famoso por lo mucho que se recurre a su madre.
Y esta vez tampoco se morirá, y los demás seguiremos tirándonos bocados al pescuezo, los unos a los otros, con la boca llena del apellido de este miserable. 
 

1 comentario :

Un Oyente de Federico dijo...

Pues yo me jugaría unos botellines a que el susodicho, no vuelve a pisar la carcel.

Con la etarra Elena Beloqui, en libertad durante un año para poder quedarse preñada: y los otros cuatro, Juan Pablo Diéguez, Javier Salutregui, Juan Mari Mendizábal y Olatz Altuna, puestos en libertad porque en la carcel se sienten encerrados y no se encuentran agusto, da la sensación de que Zapatero sigue muy tierno con sus “hombres de paz”.