AVISO A NAVEGANTES

A intrigantes, medradores, instalados en la falacia como herramienta de progreso, para los que todo vale. A aquél que pretenda salpicarme con sus basuras, mintiendo y desmintiendo dependiendo de la veleta. Al que meta mi nombre en sus estercoleros, le diré. No, no me retracto y lo sabes, no me disculpo pues no debo y, es más, insisto y me recreo. Me asiste la verdad y la razón aun procediendo de manera errática, poco estratégica, sin cálculo frío y bien se que el tiempo me dará su beneplácito. No me doblareis, ni tú ni tus cómplices y mecenas. Antes me rompo el espinazo. Mi silencio no es debilidad, que es paciencia. No acato mezquindades impuestas ni viniendo de los mas altos altares. Allá vosotros y vuestros chiringuitos y las felaciones que practicais. Eso sí, no me roceis con vuestro aliento que llevo el puño apretado, presto a desbocarse contra bocas de cloaca.

4 comentarios :

Un Oyente de Federico dijo...

Admirable.

No se si Uds los que escriben tan bien, conocen la sensaciòn que tenemos los lectores cuando vemos traducido a palabras el sentimiento que nosotros no somos capaces de expresar.

Pues eso…

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

No creo yo, Don Oyente, que mi verbo tenga nada que envidiarle al suyo.
No obstante gracias.

Un Oyente de Federico dijo...

Por supesto que no.

Soy yo el que envidia su capacidad, no solo, para redactar perfectamente, sino para hacerlo de forma ingeniosa y brillante.

Anónimo dijo...

bueno juan yo solo decirte que gracias por tus consejos sobre todo el ultimo que aunque tu no tenias buen dia no dudaste en dar disfruta de tu vida me dijiste y como siempre casi me haces llorar,ya se que es muy tarde voy pa casa ahora,esto te lo escribo desde el kitsch