No son caso aislado, no son manada, son legión y viven entre nosotros.
Son hijos del vecino, familiares, sobrinos, chicos simpáticos de hoy en día. La juventud, ya sabes.
Los vemos cada día con sus tupés homologados de “barber shop”, a bordo de un SEAT León.
Son los del acelerón en el semáforo, la farlopa de los baños, los del fondo en el estadio, los del pitbull en el parque, los que apalean, los que abusan, los que violan, los que se creen en el derecho pues tuvieron vida regalada. Todo a mano, sin negativa posible. Son manada, depredadores que nos convierten en jauría.
Son hijos del vecino, familiares, sobrinos, chicos simpáticos de hoy en día. La juventud, ya sabes.
Los vemos cada día con sus tupés homologados de “barber shop”, a bordo de un SEAT León.
Son los del acelerón en el semáforo, la farlopa de los baños, los del fondo en el estadio, los del pitbull en el parque, los que apalean, los que abusan, los que violan, los que se creen en el derecho pues tuvieron vida regalada. Todo a mano, sin negativa posible. Son manada, depredadores que nos convierten en jauría.